"Yo invierto en gente, no en ideas. Si la gente es buena y se equivoca con respecto al producto, hará un cambio; entonces, ¿qué tiene de bueno entender en primer lugar el producto del que hablan?".
En las últimas semanas he estado viendo casos de cómo grandes empresas adquieren pequeños proyectos que nacen de eso, de una gran idea. Y la lectura que hago, muy en la línea de Rock, es la siguiente:
-Adquirir un proyecto que ya está en marcha sin mantener a la gente que lo inició puede dar al traste con el negocio. Las personas, en este caso, son vitales porque son las que creen en a idea. Google lo sabe bien.
-Apostar por el equipo que cree en el proyecto no obliga a delegar todas las funciones. Ser emprendedor no significa que se esté capacitado para expandir la idea hasta el final.