domingo, 10 de febrero de 2008

Enanos y gigantes


«David Ogilvy me mandó una muñeca rusa. Dentro iban apareciendo otras muñecas rusas hasta que en la última había un papelito que ponía: “Querido Luis, bienvenido a Ogilvy. Si te rodeas de personas más pequeñas que tú, acabarás siendo un enano. Si te rodeas de personas más grandes que tú, acabarás siendo un gigante”. Y puntualiza: “No me interesa tener muchos soldados: me interesa la estrategia, tener cuantos más generales, mejor”».