Algunos de los mini-legionarios se creen excesivamente buenos y desprecian el trabajo del periodista tradicional. Si tan buenos se creen no entiendo porque siguen la dinámica que marcan los medios y siguen las pautas de las noticias que salen en portada de periódicos. Que busquen ellos también las noticias,¿no?
Razón no le falta. El contenido propio que generamos es escaso. En mi caso, por ejemplo, un 80% -o más- de mis contenidos son enlaces de noticias que se han publicado en algún sitio, me han llamado la atención y hago una pequeña reflexión.
Si bien, sí que es verdad que hay una diferencia que va con el talante del informador. El periodista tradicional espera a que le llegue la nota de prensa -es pasivo-. El bloguero suele ser proactivo, por iniciativa propia busca y genera el enfoque que le agrada. Es libre. Y recibir notas de prensa atenta contra esa libertad de decisión.
Un periódico es propiedad de una empresa y un blog es propiedad de una persona con inquietudes. El primero marca unas reglas y el segundo otras totalmente diferentes. Igual de respetables las dos, pero si los gabinetes no se adaptan, hay un problema.
Luego está la forma en la que los responsables de comunicación te hacen llegar la nota de prensa. En ocasiones dan por hecho que te interesa y sin pedirte ningún tipo de permiso te mandan información. Y cuando al día tienes que revisar cerca de 150 mails... es un engorro y te molesta. Se agrava el problema.
Octavio Isaac da unos consejos esenciales a sus colegas de relaciones públicas que se resumen en:
* lee los blogs de la gente antes de remitirle información que no le sea relevante
* pide permiso antes de mandarle adjuntos
* cambia el tono del mail por uno más personal (y revisa la redacción).
Geek in love lo explica mejor que un servidor...