domingo, 11 de marzo de 2007

¿Sabemos qué es un blog?

El artículo El Fin de los Blogs… o de los medios debate sobre qué contenidos nos encontramos en la blogosfera. “Hay de todo, como en botica”, argumenta con un tono de pesimismo. Lamenta que en ese mundo tan intenso converjan conceptos antagónicos sobre la cultura blog.

Es ahora cuando yo lanzo una pregunta al aire: ¿Sabemos que es un blog? Sé que físicamente sí, y el concepto más o menos se intuye: un espacio para cualquier persona. Ahora bien, respecto al contenido estamos perdidos. ¿Sirven para informar? ¿Para opinar?¿Para educar? Hay de todo, lo que no quiere decir que el concepto sea corrupto.

No se alarmen. Simplemente demuestra que estamos en una etapa inicial y falta consolidar los nuevos valores. Es decir, se trata de que entre todos definamos la nueva cultura digital y no confundamos los conceptos.

Igual que el maestro Kapuscinski hablaba del buen periodismo y del malo (aunque no tenga que ver con el tema, este vídeo es de visita obligada). Nosotros también tendremos que aplicar esa filosofía para definir a los blogs.

El hipertexto, la clave de los blogsPara mí, el buen blog es el de un ciudadano o empresa comprometido –me da lo mismo su cargo- que intentan ayudar al resto de personas u ofrecerles una información que consideran útil. Teje una red social a través del hipertexto. Sus autores se agrupan en nichos de especialización parahacer denuncias vecinales, dar consejos profesionales o proporcionar aire fresco a su profesión.

Para mí, un mal blog es cuando un ciudadano estresado vomita en su página todo tipo de sentimientos. Algunos se dedican a pegar mamporros para liberar tensiones y otros escupen insultos. Y no estamos hablando de gente cualquiera. Llegamos a extremos lamentables.

PERIODISMO CIUDADANO

Tampoco hay que confundir los blogs con el concepto de periodismo ciudadano. No todos los blogs responden al concepto de periodismo ciudadano. La mayoría responden a la opinión. Opinión ciudadana.

Se trata, por tanto, de definir el concepto. Ahora mismo convivimos con tribunas ciudadanas –no son blogs, simplemente espacios personales donde la gente vierte sus opiniones- y los blogs auténticos.

Físicamente se suelen diferenciar rápido. Los primeros, los de la opinión, son textos sin clásicos: sin hipertexto, sin vídeos, sin citar a otros blogs… Los segundos, los verdaderos, son los que cumplen todas esas normas.

Me gustó la definición de un conocido: “Un blog consiste en hacer un artículo de cuatro o cinco líneas pero que al lector le lleve varios días leerlo gracias a los enlaces que le proporcionas”. Éste es un ejemplo.