La falta de credibilidad y los incumplimientos de la ética periodística aparecen en todos los medios. Y no estamos hablando precisamente de digitales. Pongo varios ejemplos:
-El País publica una fotografía en portada trucada.
-El Mundo urdió un montaje para culminar su teoría conspirativa.
-La cúpula del New York Times se ve obligada a dimitir por publicar reportajes falsos.
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Y son cuatro grandes, pero también se las han ‘colado’. ¿Tenemos que dejar de confiar en ellos? Posiblemente no, pero también hay que darles un toque de atención. Y este modelo también hay que exportarlo a los medios digitales.
Es cierto que el modelo del amarillismo y el populismo se ha impuesto en el mercado digital español -sobre todo en los confidenciales-, pero tampoco es justo generalizar. Lo cierto es que este modelo sensacionalista tiene el caldo de cultivo perfecto en la blogosfera:
-Los medios digitales apelan a titulares agresivos. También obligados por las características del formato: o enganchas de primeras al usuario o el índice de abandono se eleva hasta la saciedad.
-Facilidad máxima para difundir rumores. En Internet tienes inmediatez e impacto con un mínimo coste.
-Hacer ‘pornografía’ de la información puede ser un buen reclamo para ganar lectores de forma rápida. Al fin y al cabo los beneficios de un medio digital vienen de las visitas.
-El reclamo del sexo y el erotismo. Se está poniendo de moda apelar al erotismo en los medios digitales-al estilo de las contraportadas del As- y al porno. No olvidemos que conceptos relacionados con el sexo son los más buscados en Internet.
POR EL MODELO DE CALIDAD
Posiblemente, los modelos de prensa que tenemos en nuestra sociedad están vinculados al momento político. Es decir, que prensa y política caminan hacia los extremos. Se están polarizando.
Apostar por un modelo de calidad para los medios digitales es lo más costoso. De primeras porque te hacen falta más medios y, de segundas, porque es un modelo más elitista. Eso traducido en rentabilidad nos lleva a pensar que es más complicado rentabilizar la inversión porque a menos visitas, menos ingresos.
Es cuestión de rentabilizar la inversión a corto o largo plazo.