“Somos conscientes de que vamos a bajar una temporada, pero tenemos mucha ilusión y estamos tranquilos”.
Una estrategia basada en la cordura, pero con un riesgo inequívoco. Con un descenso globalizado de la venta de periódicos (basta con ver el caso de Estados Unidos) y un entorno tremendamente competitivo, hubiese sido temerario esperar rentabilidad a corto plazo. Ahora hace falta que cumpla la promesa de los cinco años.