Huele mal, muy mal, si se confirma, como ha informado la Cadena Ser, que el presidente del Grupo Intereconomía Corporación, Julio Ariza, organizó la protección de los tránsfugas Tamayo y Sáez.
Ser periodista es ser un tipo virtuoso. Ejemplarizante. Y eso implica el uso de la autoridad que le confiere influir en la opinión pública en su justa medida. Este caso, cuanto menos, demuestra un desagradable uso de poder.