Esta situación de Prisa nos lleva a la eterna pregunta. ¿Es la crisis del papel? Por el bien de todos esperemos que no, pero ha quedado visto que se necesita un cambio. Y es ahí donde se libra la batalla. En los medios nacionales por los contenidos y en los locales por la simple existencia. El rival: un gigante llamado Internet.
Posiblemente, el estatus en el que está ahora Prisa –soltando el lastre de los periódicos regionales- es en el que se vean dentro de unos meses el resto de grupos mediáticos. La era digital está en los nichos de la especialización. En lo local. En lo familiar.
Hasta este momento, ese hueco de lo local lo ocupaba la prensa escrita. Ahora empieza a tener competidores con los medios digitales y parece que, entre los blogs, el periodismo ciudadano y todos los proyectos digitales que nacen, no hay color. Prisa es el primero que deja sitio al resto. ¿Se darán más casos?