Vía el blog Lola como mola descubro que el El Col•legi de Periodistes ha editado las tarifas mínimas que un periodista debe cobrar según la pieza realizada (tarifas en PDF).
Me resulta, cuanto menos, llamativa la medida. De primeras porque son tarifas bastante elevadas que romperían cualquier modelo de negocio establecido, sobre todo en los medios locales.
La segunda reflexión se centra en dilucidar si podemos cuantificar el talento. Quiero decir con esto que una recompensa según el número de palabras de una pieza sin atender a su contenido me parece kafkiano y un sistema de retribución injusto con los que se esfuerzan más.
Es más, fomenta el individualismo, el querer firmar cualquier pieza a toda costa, olvidando que la comunicación es un trabajo en equipo.