Posiblemente, sea una virtud del emprendedor el poder decir basta. Recuerdo que en un Beers&Blogs, Óscar Espiritusanto me relativizaba estos temores y hacía una lectura tremendamente positiva. Venía a decir que para acertar hay que equivocarse.
Por eso, en ocasiones es un error mantener un proyecto cuando las cosas no salen como uno esperaba. Mario y El Blog Salmón ahondaban en estos temas y daban tres razones para poner el punto y final a un proyecto:
-Se acaba el colchón financiero.
-Se pierde la motivación.
-No tener previsto qué hacer si falla el proyecto inicial.